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Einar y Vilkai

In the world of Jökull Vatna

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Einar y Vilkai

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ECOS DE HELHEIM

 

 

Einar (ᛖᛁᚾᚨᚱ)

21 de mayo, dos días después de la feria del dragón y primer día navegando.

Estás ante las puertas del camarote del contramaestre, la puerta parece encajar mal en sus marcos e incluso un poco desvencijada y con la madera algo carcomida. Esta se abre dejando entrar la luz en la habitación que guardaba, bajo el dintel de la puerta puede verse a quien la ha abierto, se trata de Einar que te mira seriamente mientras te invita a pasar.

Einar se aleja de la puerta en dirección a una gran mesa de roble que se aprecia en medio de la habitación, una habitación que ahora puedes ver con más claridad. La habitación parece bastante vacía en decoración, el olor a sudor, salitre, ha cerrado y a humo de tabaco es fuerte aquí. Puede verse en una esquina tirada una escupidera con varios puros a medio fumar, alguno aún desprende algo de humo. Varias botellas de licores, vinos, ron e hidromiel yacen por diferentes rincones de la oscura habitación, la mayoría vacía pero alguna aún contiene parte del líquido en su interior.

En la izquierda de la habitación puede verse que está ha sido recogida un poco mejor y en ella se apilan algunos baúles a medio cerrar, algo imposible debido a su contenido el cual desborda e imposibilita su cierre. En los baúles pueden verse diferentes libros y documentos, telas y algo de oro y algunas joyas, parece que alguien esté haciendo una mudanza y aún no le haya dado tiempo a recoger suficiente.

La mesa del centro es grande y de un color caoba apagado, está llena de cortes e incluso puede verse una daga clavada en uno de sus lados. La mesa está prácticamente vacía con la salvedad de un libro que reconoces en el centro y un par de documentos delante de la silla principal que está compuesta por huesos y almohadones que la hacen más cómoda a la hora de sentarse. Delante de la mesa, como esperando a que algún invitado las use, se presentan dos sillas más. La primera está situada a la derecha y parece especialmente cómoda, la segunda se sitúa a la izquierda y parece haber tenido años mejores, está bastante rota, coja e incluso parece que si alguien usase su respaldar pudiese terminarse de romper.

Einar avanza hasta la silla de cómoda y deja su sombrero en el asiento antes libre y ahora ocupado por un objeto inanimado, se dirige luego a la silla de hueso, dispuesta de manera central y toma asiento. Recoge una pluma y con esta señala a la silla incómoda invitándote a tomar asiento, moja la pluma en tinta, desenrolla el pergamino que tiene delante y comienza a tomar algunas notas mientras espera, sin mirarte, que tomes asiento.

Vilkai (ᛒᛁᛚᚲᚨᛁ

Vilkai dio varias caladas al tabaco mientras la suela de sus botas rechinaba sobre las maderas del suelo, dirigiéndose a pasos rápidos rumbo al camarote del nuevo contramaestre. Estaba nervioso por la llamada de Einar y tenía sentimientos contradictorios, como era habitual. Y como era habitual también, cuando no sabía cómo sentirse al respecto, se enfurruñaba.

No podía evitar pensar en toda la gran tensión que había vivido desde que llegó al Ruina de Fafnir primera vez, culminando en esa última gran interpretación por parte del capitán. Slevin le había asegurado que no correría riesgo, pero entonces hubo aquel cambio de arma en el último momento y aquel mensaje final. Estaba empezando a hartarse de aquella idea absurda de la fe ciega. Incluso había llegado a pensar en más de una ocasión en abandonar. Pero tampoco es que tuviese muchas opciones de trabajo con sus habilidades y su pasado… Al menos, había miembros del Fafnir que apreciaban sus capacidades y no les importaban dónde ni cómo las había aprendido. 

De acuerdo, pero no olvides que estuviste a punto de acabar en la misma hoguera que ya sabes quienes si Heidel no te hubiese encontrado y hubieras cambiado de ocupación... Se reprendió a sí mismo para centrarse. 

Vilkai se paró frente a la puerta y tragó saliva antes de apretar los labios y aporrear la puerta. Y cuando la figura de Einar apareció al otro lado, Vilkai le miró directamente a los ojos y le sostuvo la mirada. Intentó mantener la misma apariencia de tranquilidad que él desprendía cuando le permitió pasar o, al menos, disimuló que le inquietaba el desconocido motivo de la llamada.

Así que esta es la glamurosa vida de un alto oficial. rompió el hielo, sarcástico, mientras levantaba una de sus botas para que una botella semivacía rodara hasta el otro extremo de la estancia. 

Bajó la mirada a las notas que Einar escribía, pero no se sentó todavía, se limitó a quedarse frente a la mesa, evaluando la situación, primeramente.

Einar (ᛖᛁᚾᚨᚱ)

En las notas que Einar tenía ante sí destacaban algunos ingredientes y lugares donde podrían encontrarlos.

  • 2 semillas de hielo ----- 54º SE, 32º NE
  • Un aguijón de mantícora ----- 105º NE, 6º S, isla volcánica, cuidado con los arrecifes.
  • Cinco trompas de...

Dejó entonces de escribir y sonrió ante el comentario de Vilkai. 

Glamurosa... dejó escapar de sus labios. Siéntate, por favor. en su tono podía notarse más una orden que una petición.

Vilkai (ᛒᛁᛚᚲᚨᛁ

Levantó la vista de nuevo para mirar a Einar y se atrevió a sonreír con satisfacción. Había reconocido lo que estaba apuntando: la fórmula para el veneno de Vorldüm.

Espero que la traducción de Aquila de Vico sea exacta. La fama la precede. comentó, alzando las cejas, escudándose nuevamente en sus comentarios y haciendo destacar su importante labor, pero el rostro de Einar no mostró indicio alguno de lo que estaba pensando.

Entonces, Einar le volvió a pedir que se sentara con más contundencia y Vilkai se tensó como si le hubieran dado un mordisco. Guardó silencio y finalmente obedeció. Por su mente desfilaron a toda velocidad un sinfín de situaciones posibles, pero decidió mantenerse a la espera y mantener su expresión serena.

Einar (ᛖᛁᚾᚨᚱ)

La silla era realmente incómoda, crujía con cada movimiento que hacías y a su lado, prácticamente vacía estaba aquella silla cómoda, ¿Por qué te habría ofrecido un asiento así...?

Vilkai, me has mentido, me miraste a los ojos y cuando volví a preguntar me volviste a mentir. Al igual que puedo conseguirte algo, también puedo quitártelo y creo que no me comprendiste bien así que volveré a hacerte hincapié en ello. Si algo me importas es que le importas a Heidel pero no toleraré ninguna falta de respeto a ningún oficial ni mucho menos a mí. ¿Queda claro?

El rostro de Einar se tensó y su mano apretó tanto la pluma que esta rompió dejando caer una mancha de tinta negra sobre el pergamino dejando este inútil. 

La mancha tomó una forma extraña, ¿quisiera el destino deciros algo o era solo producto de tu imaginación? El caso es que se formó una imagen deforme de alguna criatura alada

 

Vilkai (ᛒᛁᛚᚲᚨᛁ

Vilkai abrió ligeramente la boca y los ojos tras oír sus palabras. Claro que le había mentido. Mentir había sido su moneda de cambio más habitual y podía hacerlo sin inmutarse. El problema estaba en que había decidido, por Heidel, hacer las cosas de otra manera, abrirse y confiar más en la tripulación, pero eso no iba a ser tan fácil. 

Arrugó levemente el ceño cuando notó que no encontraba la postura. Por algún motivo, le había ofrecido sentarse en aquel trasto. Joder… Se reacomodó, dejando unos instantes de silencio en los cuales desvió la mirada y pasó la vista por la estancia. Lo hacía cuando necesitaba identificar una posible salida de la situación con lo que fuese.  

Fue rápido, al poco, como respuesta, se encogió de hombros mientras le sostenía la mirada como antes.

Eso parece. Sí, mentí. —admitió con llaneza, con la voz neutra y alzando levemente la barbilla. Los dos conocían las reglas del juego del poder. Mentí porque era mi mejor opción entonces. Y ya sé que mi cabeza sigue unida al cuello únicamente por Heidel, ya lo sé. Y también sé, que le debo varias y quiero devolverle el favor. Se lo debo.

Aquello era cierto, pero si a Einar le valdría, estaba por ver. Einar, por su parte, parecía controlar su enfado, pero empezaba a impacientarse. Vilkai oyó un leve “crack” y bajó la mirada instintivamente para comprobar que había roto la punta de la pluma, provocando que la tinta se esparciera. Tragó saliva de nuevo, sin apartar los ojos de la tinta todavía. 

Volvió a sentirse incómodo en el asiento, pasó los ojos de la tinta a la silla donde se sentaba, para ver más detenidamente dónde se sentaba antes de alzar finalmente los ojos azules hacia Einar. ¿Era una forma de demostrarle su lugar? Qué detalle

Al menos, he podido ahorrarte lo difícil con ese libro. intentó rompiendo el tenso silencio.

 

Einar (ᛖᛁᚾᚨᚱ)

Lo que más llamaba la atención era el gran desorden y la suciedad acumulada, aunque también destacaba una oscuridad incómoda que solo era rota por un candelabro al fondo de la sala en la que la vela de su interior estaba a punto de apagarse y otro encima de la mesa. Por el ojo de buey, que daba al exterior, solo entraba un poco de luz, la noche estaba empezando a caer y el cristal parecía bastante sucio.

La mancha de tinta insinuaba la forma grotesca de algún monstruo con cabeza de perro y alas a sus espaldas, un momento, ¿Se había movido esa mancha? Todo era demasiado raro y el olor de la habitación sumada a la oscuridad no ayudaba precisamente.

 La silla parecía hecha de una madera que había quedado carcomida y astillada con el paso del tiempo, parecía a punto de romperse, estaba coja y tenía algunas puntillas que sobresalían pinchándote ligeramente en cada incómodo movimiento.

Los ojos de Einar repasaron de arriba a abajo al chico, no lo veía asustado así que suspiró cansado dejando caer un poco de esa fachada que estaba intentando mostrar... ¿Era eso un momento de debilidad?

Vilkai, agradezco que hayas encontrado una forma de abrirlo y de descifrar su contenido, pero creo que no entiendes la gravedad del asunto. Robar a un compañero está mal. ¿En qué lugar te deja eso chico? ¿Como esperas que confiemos en ti si te dedicas a robar a los que estamos de tu lado? En este barco nadie pretende ser tu enemigo, algunos incluso se han jugado el cuello, y la sangre... miró a un lado mientras decía esto último. Por salvaros de esos elfos continuó. La confianza se gana pero también se pierde Vilkai, y estás haciendo méritos para perderla...

Einar se levantó de su asiento, parecía que hubiese envejecido en solo unos pocos segundos. Estiró brevemente su espalda y se acercó a mirar por el ojo de buey que daba vistas a un mar que ahora se extendía infinito, la noche había comenzado a caer. 

Vilkai (ᛒᛁᛚᚲᚨᛁ

Él apartó la mirada cuando lo acusó de nuevo. El corazón le latía con tanta fuerza que se empezaba a sentir mareado. O tal vez fuese cosa del aire viciado de la habitación. Pero sí, era cierto. En honor a la verdad, la tripulación había ido a buscarle y sacarlo del dominio de la Reina Araña, pero tampoco se lo habían puesto fácil después. Le habían cuestionado cuando aseguró controlar a N’Arya, le habían encarcelado, le habían quitado las armas… 

Y hace un par de putos días me apuntaron con un trabuco a la cabeza por dar una lección y me pidieron que confiase...

No pudo evitar soltar un bufido a medio camino entre la risa y el desprecio como primera respuesta.

Einar se levantó de su asiento y Vilkai contuvo el aliento, alzando la vista y siguiéndolo con la mirada pensando en que iría a por él. Tensó los músculos, preparándose, pero no pasó nada de eso. De hecho, comprobó aliviado que Einar caminó entre la penumbra hacia el ojo de buey que arrojaba algo de luz a la estancia. Y había algo más… no parecía é. Para empezar, lo notó en sus movimientos. Einar estaba como... ¿Agotado?

Vilkai expulsó el aire que había estado conteniendo por la nariz y luego recompuso su voz y aplomo.

Si tanto te importa Heidel, sabrás por qué hice lo que hice. masculló cruzándose de brazos. A veces, la estrategia era usar la verdad o la media verdad para descolocar a alguien en medio de su defensa, pero en esta ocasión, se sintió especialmente vulnerable. Puedes creerme o puedes creer la historia del capitán. Puedes verme como un aliado o un puto traidor. Pero la razón por la que lo hice es porque no quiero que Heidel muera. Y para eso, necesito respuestas que le sirvan.

Sus palabras se quedaron suspendidas en el aire. Un aire que parecía envolverlo más y más. Notaba una sensación de... discordancia en aquel camarote, una atmósfera vagamente opresiva. Se sentía acechado, por algo o por alguien, aunque no podía decir qué. 

Miró a su alrededor instintivamente mientras Einar guardaba silencio. Había pensado que Slevin tenía un pésimo sentido de la higiene, pero había algo más que desorden y dejadez.

Arrugó la nariz al mismo tiempo que el entrecejo. En el aire había un vago olor, un ligero aroma a algo desagradable… no sabía si familiar.

¿Por qué parece todo... muerto? susurró, como solía hacer con N'Arya cuando estaba solo. Sin darse cuenta lo  dijo sin más, como esperando la respuesta de la elfa.

Finalmente, sus ojos se clavaron en el pergamino. En la tinta que se mecía con el balanceo de las olas, vio que se había formado una figura… casi un dibujo de algo monstruoso. 

Alargó el brazo y cogió el pergamino para verlo de más cerca. 

Einar (ᛖᛁᚾᚨᚱ)

La tinta se extendió mientras acercabas el pergamino como si de un río se tratase, la vela de la mesa arrojó penumbras hacia el pergamino y la mancha se reflejó en la pared. Aquella criatura te erizaba los vellos de la nuca y fue entonces que un susurro llegó a tus oídos como si alguien hablase desde tus espaldas.

¡¡Ayúdale chico!!, ayúdales o estarán perdidos... era la voz de un anciano que creíste reconocer, pero al girar bruscamente para intentar verlo la silla crujió con el movimiento y terminó de romperse haciéndote caer al suelo sobre algunas de las botellas que por la habitación rodaban, haciendo que algunas saliesen desperdigadas y otras rompiesen con tu caída cortándote levemente el dedo anular.

La sangre cayó sobre el pergamino uniéndose a la mancha ahora borrosa e indiscernible, pero las sombras de aquel lugar parecían a punto de cobrar vida e ir a por ti.

Einar giró levemente la cabeza para verte y continuó hablando sin inmutarse.

Vilkai, lo que quiero decirte con todo esto... la voz volvía a ser seria y fría es que entiendo que no hayas tenido una vida fácil, pero te aseguro que nadie de aquí la ha tenido. Vilkai, aquí hay gente que dará la vida por ti, pero también son gente muy peligrosa y si husmeas por sus cosas puedes acabar realmente mal. ¡¡¡Por todos los dioses, Vilkai, aquí todo el mundo va armado!!!. 

Suspiró y bajo la mirada al suelo pateando levemente una botella que llegaba rodando hasta su pié.

No debiste husmear en mi habitación, no debiste coger lo que no te pertenecía y si realmente querías ayudar a Heidel podrías haberme contado todo desde el principio. Confianza... dejó escapar esto último en un susurro.

Vilkai (ᛒᛁᛚᚲᚨᛁ

El ambiente empeoró.

Olía a una mezcla de leche agria y bilis, un olor que impregnó sus fosas nasales con intensidad conforme tomó aquel pergamino. Tocó aquel papel y, primero fue el olor, luego, un sonido demoníaco, completamente diferente a cualquier otra cosa que hubiera oído antes. Parecían los gritos moribundos de un millar de almas condenadas al infierno. Al Hel. Y, por último, vio o creyó percibir una criatura surgida del infierno de la oscuridad que la envolvía. 

Aullando.

Vilkai sólo podía quedarse mirando, paralizado, hasta que un susurro acalló aquellas voces infernales, haciéndose cada vez más audible en sus oídos. Como un rayo de luz en medio de la oscuridad, las sombras disminuyeron. Oyó un sonido detrás de él, una voz que lo reconfortó de cierta forma si es que aquello era posible. 

—¡¡Ayúdale, chico!! Ayúdales, o estarán perdidos.

Se dio la vuelta y los ojos se le abrieron como platos al ver a alguien más allí. Hablándole. Quiso levantarse, pero en algún momento se estrelló contra el suelo y se hizo daño con algo afilado. Vilkai soltó el pergamino, o se le cayó de las manos.

¿Padre de todo? Los ojos le picaron y se humedecieron.

Los dedos… se había cortado en los dedos y la sangre caía sobre el papel, pero eso no importaba porque sintió un movimiento en las sombras a su derecha. Las sombras, que volvían a ganar fuerza y lo rodeaban.

Odín, guía mis pasos con tu sabiduría. Odín, guía mis manos con tu lanza. murmuró a toda prisa o lo pensó. Odín, guía mis ojos con tus cuervos. Odín, guía mis instintos con tus lobos.

Oyó las pisadas y el “crack” de los cristales y, por encima de todo, las amenazas de Einar. Vilkai se puso en pie casi de un salto, manteniendo la distancia y en guardia, justo como había aprendido de Liodeth. No tenía tiempo para sentir incredulidad o desesperación, no con Einar recitándole lo que parecía su epitafio en mitad de un ambiente hostil. En caso de necesitarlo, llevaba el cuchillo que el Escudo de la Reina le había regalado. 

¿De verdad? ¿Así de fácil hubiese sido? se rió forzadamente, sin gracia. No. No creo en la confianza ciega sin merecerlo. Y a mí me parece que encontré algo que no querías compartir. Tienes un gusto peculiar por los objetos malditos por lo que veo. ¿Qué mierda está pasando aquí? ¿Qué trato has hecho? 

Vilkai lo miró desorientado todavía, pero en su rostro se mezclaron una expresión de asombro, de miedo y de rabia.

Einar (ᛖᛁᚾᚨᚱ)

La expresión de Einar se tornó en incredulidad y preocupación.

¿De qué hablas, Vilkai? Para empezar ya te demostré, al posicionarme a tu favor con aquella absurda prueba del capitán, que no valoro la lealtad ciega, ¡¡¡solo te estoy pidiendo confianza!!! esto último lo gritó y rápidamente se arrepintió de ello. Su rostro se había desencajado por la rabia y respiró hondo para volver a contenerse antes de continuar ¿Tan seguro estás de que yo no quisiera compartir el libro? ¿Sabes acaso todo lo que he estado dispuesto a hacer para salvarles a ambos? Volvió a girar sobre sus pasos acercándose a un candil apagado para intentar encenderlo y dar más luz a aquel sombrío lugar. Lo que está pasando aquí es que estoy intentando hacerte entender que lo que has hecho no ha sido lo más correcto. Por buenas que fuesen tus intenciones toda acción tiene su repercusión. En lo que respecta al libro dudo que esté maldito.

Miró al libro con preocupación evidente en su rostro.

Lo llevaré ante el rey de Arianth, me dijeron que el sabría más sobre ello y quizás pueda ayudarnos a salvarles...no puedo perderlos susurró al final.  

Volvió a mirar al chico sin esconder su preocupación y entonces se paró a observarle detenidamente, le miró de arriba a abajo y paró en sus manos sangrantes. 

¿Te has hecho daño? Ve entonces a que curen esas heridas pues tienes trabajo que hacer... frenó entonces su frase y se oyó el golpeo de la puerta y una voz detrás de ella.

Einar, necesito hablar contigo. era Åska al otro lado de la puerta. 

Dame un segundo, enseguida estoy contigo. dijo Einar mirando en dirección a la puerta cerrada.

Como por arte de magia todas las sombras quedaron tranquilas, todo volvía a parecer tranquilo en aquella sucia y maloliente habitación. Einar parecía cansado y preocupado... Muy cansado. 

Apoyó entonces su mano contra una de las columnas de madera del camarote y se restregó la cara con la mano, en su cuello podía verse aquel colgante brillar a la luz que desprendía aquella vela recién encendida, un colgante realmente similar al que ahora llevaba Heidel.

Vilkai (ᛒᛁᛚᚲᚨᛁ

Vilkai miró breve y rápidamente a las sombras de su alrededor, respirando alterado, y frunció el entrecejo. No podía entender qué acababa de suceder, pero tampoco era el momento de pensar en ello. 

Einar le levantó la voz y la expresión de Vilkai perdió todo rastro de su habitual de fanfarronería, transformándose en una expresión que reflejaba lo que realmente era: un chico de quince años con miedo a perder lo que poco que le quedaba. 

Sin embargo, intentó recomponerse una vez más. No era su estilo dejarlo estar. Tomó aire por la nariz y dejó que una nota de desesperación y furia se filtrara en su voz.

No, no lo sabía. comenzó, contestando a Einar y su supuesta voluntad del bien mayor. Pero ahora me hago una idea de lo que has tenido que hacer. He estado lo suficientemente jodido por ella como para saber que toda magia tiene un precio. dijo en un tono más controlado del que cabría esperar, pensándose bien las palabras que iba a usar, porque seguía sin gustarle nada una mierda. Leí ese diario, y no fue sencillo abrirlo, ni traducirlo, por lo que la historia que cuenta tiene que ser más importante de lo que parece. Si vas a volver a ese lugar, iré también.

Vilkai hizo una pausa sombría, mirando el candil recién encendido que iluminó mejor el rostro de Einar. Los rasgos del curtido rostro de Einar perdieron todo resto de agresividad o cualquier otra emoción intensa, y su mirada se volvió más cansada y devastada. Su voz, no parecía mostrar enfado, pero el tono era lo bastante seco como para sugerir que tampoco estaba muy satisfecho. 

Vilkai negó con la cabeza. No, definitivamente algo le faltaba por saber. Había algo más.

No quiero que Heidel muera. Ni nadie. repitió con convicción, y luego alzó levemente la barbilla y apretó la mandíbula, resolviendo que estaba harto de que lo llamasen traidor y lo cuestionasen una y otra vez. En la prueba no te posicionaste de mi parte, simplemente pusiste en mi lugar a otra persona (tu mujer, por ejemplo) y no te pareció agradable pensarlo. No nos debemos nada tú y yo. Pero… Si me vas a mostrar confianza de verdad, déjame guardar ese libro y explícame qué es lo que acabo de ver. Porque eso es cierto, ¿verdad? El don de “ver” se te ha concedido. Lo sé. Pues bien, ¿querías confianza? Vamos a empezar por esto…

Vilkai dio un paso al frente, lo justo para que el candil le iluminase la cara y el iris azul de sus ojos se tornó en un inquietante color amarillo que sólo duró el instante necesario para afianzar su determinación, y volvieron a ser azules.

Ahora. Cada uno tiene un secreto del otro. Yo no diré nada de lo que ha pasado aquí, ni de lo que sé. 

De repente tocaron a la puerta, y Einar elevó la voz para que esperase fuera. Vilkai observó mientras tanto el colgante que llevaba al cuello, similar al de Heidel (y cuya dueña era Skadi).

 Bajó los hombros, empezando a estar cansado de estar siempre apretando los dientes.

Einar (ᛖᛁᚾᚨᚱ)

Einar miró al chico con confusión ante todas sus palabras, pero su semblante se tornó en terror al ver los ojos de la elfa.

Con el dedo índice muy cerca de la cara del Vilkai, Einar señaló al ojo y muy seriamente dijo. 

¿¿¿La elfa sigue aquí??? Su rostro ahora reflejaba incredulidad ¿El capitán sabe algo de esto? Y Heidel, ¿Lo sabe? negó con la cabeza de una manera continuada y se llevó una mano a la nuca. No podía creer lo que estaba viendo.

Entonces se dio cuenta de algo que el chico había preguntado, había estado tan pendiente de esos ojos que casi pasa por alto su pregunta... ¿Qué acabo de ver? La pregunta resonaba en lo más profundo de su mente.

¿Qué has dicho? ¿Has visto algo? ¿Acaso tú también...? la pregunta quedó en el aire y sin terminar de ser formulada.

Vilkai (ᛒᛁᛚᚲᚨᛁ

Vilkai se quedó mirando fijamente a Einar. Era evidente que iba a sufrir la reacción, pero no había esperado exactamente esa. Cuando le señaló directamente, instintivamente echó la cabeza hacia atrás y luego negó con la cabeza. 

No, N’Arya no está en mi cuerpo. Y tampoco estoy en la Red. Pero puedo mantener ciertas ventajas como la visión. explicó brevemente y luego se vio en la necesidad de añadir. Como he dicho, es un secreto que te confío. Para que algo sea secreto, no debe saberlo nadie, ni siquiera Heidel.

Para ser exactos, dos personas lo sabían dentro de la tripulación. Y Heidel, había hablado cara a cara con N’Arya. Ella había elegido morir por él y ahora, tras lo que él decidió hacer por ella en un impulso, N’Arya no quería hablarle. Intentó disimular su tristeza, a duras penas.

Y… se pasó la lengua por los labios, atento a la reacción corporal de Einar y bajó los ojos al amuleto del cuello. Como dijiste de esos colgantes en su momento… es un “poder” más al servicio del Fafnir. Un tirador con una visión excepcional. Incluso en la oscuridad.

No quería tener esa conversación. Ni en ese momento ni nunca. Afortunadamente, Einar cambió de tema y, si su primera reacción lo había dejado descolocado, esta lo dejó totalmente fuera de juego.

Vilkai abrió los ojos un instante, como si aquello le hubiera pillado por sorpresa. Después los entrecerró y frunció el ceño. 

¿Qué? atinó a decir sin entender. ¿Yo también… qué? ¿Eso no ha sido cosa tuya? Creí que… Tú, decías que todo era por husmear, así que pensé que eras tú… lo miró a los ojos, como si quisiera convencerlo de su sinceridad. Ahora, no se preocupó en disimular que tenía miedo. Separó los labios y vocalizó con rapidez. Inseguro. Las sombras se movían, la tinta cambiaba sin sentido, la voz… ¿cómo es eso posible? Y el olor. Un olor así no se olvida. Era como aquella vez de niño que encontré un cadáver recalentado por el sol. 

Vilkai, con el corazón palpitándole con fuerza, se miró la mano ensangrentada. ¿Había sido real? 

Einar (ᛖᛁᚾᚨᚱ)

Casi sin darse cuenta agarró de manera instintiva el amuleto que llevaba al cuello, como si intentase evitar que nadie pudiera quitárselo.

Pensaste que era yo... Einar miró instintivamente a todos los rincones de la habitación. ¿Qué si ha sido cosa mía? Vilkai, ¿has estado metiéndote algo con Hjalmar o Hestegal?

La luz se movía entre mecidos por el movimiento del barco y el viento que luchaba por apagar el fuego de las velas. Las sombras parecían ahora en calma, como si todo hubiera estado tranquilo desde el principio, Einar no daba muestras de entender lo que estabas queriendo decir...

Agarró al chico por los hombros y se lo acercó a su propio rostro para mirarle más de cerca sus ojos.

A veces hacemos cosas de las que no vamos a sentirnos orgullosos, decisiones que luego pueden costarnos demasiado... Einar parecía estar hablando contigo pero en realidad estaba hablando consigo mismo. Has hecho bien en contarme lo de la elfa pero deberías hacérselo saber también a Heidel, demuéstrale que confías en él.

Soltó entonces el Mjolnir que tenía agarrado y se miró la mano, estaba cansado, su cuerpo denotaba que llevaba días, tal vez incluso semanas, sin dormir bien.

Si quieres el libro cógelo, pero no lo pierdas, puede que sea nuestra única esperanza de comprender a este nuevo enemigo y como vencerle. Iremos a ver a Zerick, aquella extraña elfa nos dijo que el podría ayudarnos con ellos. No confío mucho en ese hombre pero me temo que no me queda mas alternativa que darle una oportunidad.

Negó con la cabeza y miró al suelo.

Poder.... susurró para si mirando hacia una de las velas encendidas. ¿Cuánto nos ha costado cada decisión de obtener más poder? siguió hablando para sí, ¿o quizás hablaba con alguien a quien no podías ver...? miró a Vilkai a los ojos. El barco tiene sus propias leyes Vilkai, no robes a tus compañeros. retomó la conversación de antes.Pensaba castigarte con horas extras de guardia, limpieza y raciones de menos, ¿sabes? Pero creo que alguien ya se ha encargado de dejarte claro donde te estás metiendo. Los dioses a veces pueden ser caprichosos y nosotros no somos más que sus brazos ejecutores. miró hacía el ojo de buey, hacia aquel mar aparentemente interminable.

Una lágrima escapó de su ojo verde mientras el rojo parecía inmutable.

Vilkai (ᛒᛁᛚᚲᚨᛁ

Era una sensación frustrante. Notaba que tenía parte de las respuestas, o eso pensaba, pero por primera vez en muchísimo tiempo no estaba seguro sobre qué preguntas hacer.

Si Einar no controla a ese… lo que sea, ¿es porque ese algo se ha venido con él de alguna forma? Y de alguna forma también, ¿se alimenta de él? Einar parece… muy cansado.

Vilkai cometió el error de bajar la mirada al amuleto que Einar tenía en el cuello y, unos segundos después, Einar lo agarró por los hombros, pillándolo por sorpresa. Vilkai contuvo el aliento, con los músculos en tensión. No le gustaba que lo agarrasen, de modo que oyó lo que Einar tenía que decirle, inmóvil, sin tener muy claro lo que podía ocurrir a continuación.

Reprimió un estremecimiento ante sus palabras y se esforzó en no perder el control. Focalizándose en la rabia que sintió cuando quiso ridiculizar sus argumentos.

Y una mierda. contestó con tono poco conciliador, manteniéndole la mirada con los ojos azules bien abiertos, observando bien el color de cada uno de ellos. Mantuvo el tono de voz, pero el ritmo de su respiración fue un reflejo del nerviosismo que sentía. Hablas de confianza, pero yo ya estoy harto de regalarla. Te estás guardando la información, y no me extraña, tiene que ser una mierda bien jodida si ese "alguien" está reclamando tanto de ti para hacer lo que sea esto. Y me daría absolutamente igual si no hubieses metido a Heidel al darle ese colgante. Él confía en ti, no juegues con él. 

Cuando Einar le soltó los hombros, Vilkai dio un paso atrás para mantener de nuevo las distancias y lo miró sin pestañear. Las ojeras de Einar y el cansancio eran notables. Tal vez no entendiese una mierda, pero podía sumar dos y dos y que le diesen cuatro. El ojo rojo, la capacidad de "ver", eso de ser el brazo ejecutor. ¿Nos matarías si así te lo ordenan? 

Tragó saliva con dificultad e inspiró profundamente para calmarse antes de volver a hablar.

Guardaré el diario y copiaré lo importante. Y si vas a viajar a esas tierras te acompañaré. Me da igual si "alguien" opina que me he portado mal. Y también conozco las leyes del barco, pero tengo más que perder si no hago nada. suspiró y negó con la cabeza, arrugando las cejas y mostrando una expresión cercana a la súplica. Ahora compartimos secretos, Einar, soy todo oídos, y luego, me iré a fregar o a dónde me quieras mandar. 

Einar (ᛖᛁᚾᚨᚱ)

Los músculos de Einar se tensaron al ver cómo Vilkai le replicaba tan abruptamente. ¡¡¡Y una mierda...!!! La frase se clavó en él como un puñal. ¿Como podía ser que aquel chico estuviese desafiándole de esa manera? Entonces, el tono de la voz de Vilkai cambió y su expresión pasó a parecer una súplica. Einar torció el gesto, aquel chico era tan cabezón y tan insistente que le daba dolor de cabeza. 

Sonrió más para sí que para que Vilkai lo viese. Veía reflejado en ese chico los tiempos en los que él fue joven, parecían tener mas en común de lo que parecía.

No. -dijo tajantemente. Nunca me pediría algo así, sería yo quien se entregaría en el lugar de aquellos que me dieron todo lo que ahora soy. Yo lo había perdido todo Vilkai, de no ser por esta gente puede que nunca hubiera vuelto a ver a Gyah y Edith con vida. Les debo demasiado. Miró al techo como intentando buscar alguna respuesta y susurró algo casi imperceptible. Ayúdame padre, ayúdame madre... Miró nuevamente a Vilkai a los ojos y asintió. Está bien, podrás venir conmigo a las tierras del Reino de Arianth e intentaremos averiguar todo lo que sea posible sobre ese libro. Hay que salvarles. ¿Está claro? Por encima de todo lo que ese libro, o este objeto señaló al Mjolnir que tenía colgado del cuello. pueda aportarnos está su supervivencia... 

Dejó las palabras en el aire intentando ver la reacción del chico.

Y si quieres secretos has de saber que yo nunca he ocultado esto, muchos lo saben ya en el barco, desde hace apenas un año comencé a tener sueños sobre el Hellheim. Al principio parecían pesadillas, pero poco a poco empezaron a parecer intentos de comunicación. Los muertos del Hellheim parecían querer decirme algo que aún no he logrado comprender, Hela parece querer algo de mí y aún no he conseguido averiguarlo. Pero esos sueños son cada vez más frecuentes y me hacen despertar sin dejarme descansar correctamente, temo que el cansancio este nublando mi juicio y que por ello no sea capaz de entender que es lo que quieren transmitirme. ¿Significa acaso todo esto que un nuevo Ragnarok se acerca? No lo sé. le miró suplicante como si Vilkai pudiese acaso hacerle entender todo lo que estaba pasando y finalmente negó con la cabeza. cuidado con ese libro, cuando se lo enseñé a Zerick parece que intentó hacerle algo, incluso me acusó de haberle intentado echar algún tipo de maldición. Como si yo pudiese hacer tal cosa. Si averiguas cualquier cosa, si averiguamos cualquier cosa... se corrigió. ...nos lo haremos saber. le miró seriamente. creo que ahora comenzamos a entendernos y podemos ver que ambos queremos lo mismo.

Vilkai (ᛒᛁᛚᚲᚨᛁ)

Vilkai lanzó una rápida mirada alrededor, como si quisiera asegurarse de que nadie les escuchaba hablar. Solo que no había nadie para oírlos. Ni sombras, ni voces…

Luego, volvió los ojos hacia Einar, con una mirada cuidadosamente neutral. No estaba demasiado interesado en la vida y milagros de los camaradas de Einar, pero… entendía lo que quería decir y cuando lo vio pedir a los dioses bajó los hombros, algo se le aflojó por dentro. Empatizaba demasiado con la pérdida familiar… Aún le era reciente. 

Luego, Einar le aceptó y Vilkai asintió en respuesta, sin embargo, la palabra “Helheim” pesó en el aire de forma sombría. Y después de sentir el jarro frío de la comprensión, no pudo evitar una mueca de terror. 

¿Dices que Hela quiere decirte algo desde el Hel a través de los sueños? dijo en voz baja, y luego tragó dificultosamente. Porque yo no estaba soñando. 

Einar (ᛖᛁᚾᚨᚱ)

Einar le miró a los ojos y se encogió de hombros exageradamente y luego volvió la vista hacia el libro.

La verdad es que ya no sé qué es lo que puede querer de mí. Al principio pensé que me estaba volviendo loco y que todo eran alucinaciones producto de las cosas que me han tocado vivir, luego vi que los draugr intentaban comunicarse de alguna forma conmigo y finalmente me di cuenta que era capaz de verlos aún sin estar soñando. Pero al parecer no soy el único Vilkai, no soy una especie de elegido ni nadie especial, otros como yo, Skädi entre ellos, han sufrido las mismas pesadillas y visiones, aunque no han conseguido llegar tan lejos. Miró a un lado más atrás de ti y asintió. Si Hela también ha intentado comunicarse contigo fuera de los sueños tal vez también necesite algo de ti. Volvió a encogerse de hombros visiblemente mientras caminaba dirección a la mesa y volvía a sentarse en su silla pesadamente. No soy quién para juzgar que y porqué los dioses hacen lo que hacen... dijo más para sí que para Vilkai. Tal vez en ese libro o tal vez en ese lugar estén las respuestas que buscamos. ¿Sabes si Heidel también ha sufrido de esas pesadillas? 

Agarró su colgante casi instintivamente al hacer la pregunta.

Vilkai (ᛒᛁᛚᚲᚨᛁ)

Vilkai se removió incómodo y ambos se quedaron en silencio durante un segundo. Finalmente, el chico suspiró y se apartó el flequillo de la frente para retomar su máscara de desafío, alzando la barbilla y apretando la mandíbula. 

No es mi estilo esperar a que los dioses se decidan. Si Hela tiene algo que decirme, bajaré al Hel si es necesario a por las respuestas. contestó sin pestañear. Ya le había plantado cara a Dionne, hija de un dios, a sus elfas oscuras, a su poderosa nigromante. La celda de Davy Jones... ¿qué más daba dar un paso más lejos? Esto es una mierda en la que he decidido meterme, así que también voy a salir. Astrid me echó las runas. Dijo que los dioses están de mi parte y me ayudarán en mi objetivo, bien, es hora de saber qué dioses son esos.

“Mierda” no era la palabra adecuada para todo aquello, ni siquiera empezaba a describir el terror que le retorcía el estómago, pero había visto incluso a los más fuertes paralizados por el miedo y no quería pensar demasiado en monstruos y oscuridad. Mejor tomárselo a la ligera, como si fuera una pesadilla de la que se reiría mañana, y seguir adelante. Era un superviviente.

Hablaré con Heidel, por si se ha callado algo parecido a… lo que sea esto. Y luego volveré a leer ese libro. 

Dicho lo anterior, hizo el gesto de dirigirse hacia la puerta del camarote. Aún tenía que aclarar sus pensamientos y sus impresiones sobre Einar. Aún no tenía información suficiente (o más bien le era contradictoria) como para juzgar su carácter y acciones, pero parecía al menos bastante competente... Competente, aunque no muy franco.

Einar (ᛖᛁᚾᚨᚱ)

Einar miró como se dirigía hacia la puerta y sonrió ante su último desafío, ese chico tenía agallas y eso había que reconocerlo.

Infórmame si descubres algo más y yo haré lo mismo, mantén también informado a Heidel por si puedes aportarnos algo que sea de ayuda.

Miró rápidamente hacia todo el desorden que había en la habitación y se levantó de la silla en dirección a la puerta.

¡Ah!, y cuando acabes de limpiar la cubierta limpia también todo este desorden. Le sonrió con picardía. La próxima vez espero que recuerdes que aquí las manos largas solo se tienen fuera del barco y con quién no sea parte de la tripulación. le guiñó un ojo al pasar a su lado y se marchó junto a Åska.

 

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